Como mucha gente, solía luchar con una de las preguntas más difíciles de la vida: ¿Por qué le ocurren cosas terribles a la gente buena? Es muy inquietante ver cómo la tragedia golpea a personas bondadosas y cariñosas, especialmente cuando el sufrimiento parece aleatorio o injusto. Cuando vemos cómo catástrofes masivas se cobran vidas inocentes, o cómo un niño se enfrenta a una enfermedad que pone en peligro su vida, es natural que nos hagamos preguntas: Si hay un poder superior, ¿cómo puede permitirse esto?
Over time, my perspective has shifted. I’ve come to understand that what we perceive as “bad” events may carry a different meaning from the soul’s point of view. The Universe doesn’t necessarily judge experiences as good or bad—those are human constructs. To the Universe, events are neutral. It’s our perception, shaped by emotion and culture, that labels them.
Personalmente, creo que elegimos encarnar en la Tierra para explorar frecuencias emocionales y energéticas que no están disponibles en la otra vida. La Tierra ofrece todo el espectro de experiencias, incluido el dolor, la ira, la pérdida y la vulnerabilidad. Como almas, podemos aceptar ciertas lecciones de vida antes de nacer. Estas lecciones a menudo requieren dificultades para que podamos comprender plenamente lo que significa sentir, sufrir y, en última instancia, sanar.
Deja que tu historia sea una historia de coraje, perspectiva y transformación. Hay una especie de perfección silenciosa en todo ello, si estás dispuesto a profundizar.
Puede ser difícil de aceptar, pero desde esta perspectiva, un alma puede elegir un camino profundamente doloroso -como la pérdida de un ser querido, la traición, la enfermedad o incluso la violencia- para crecer en comprensión. El dolor nos enseña profundidad. La ira revela nuestro poder. El perdón abre el corazón. No son castigos. Son catalizadores de la transformación.
Aún más desafiante es la idea de que alguien que nos hace daño -alguien a quien podríamos etiquetar como villano en nuestra historia- podría ser en realidad un alma a la que amamos profundamente. Antes de esta vida, puede que les hayamos pedido que desempeñen un papel difícil para que podamos aprender lo que hemos venido a aprender. Algunas almas se resisten a estos papeles, sabiendo el dolor que les causarán, pero aceptan por amor y compromiso con nuestro crecimiento compartido.
Si sientes rabia o pena por algo que ha ocurrido en tu vida, pregúntate lo siguiente: ¿Qué me ha enseñado? ¿Me he hecho más fuerte? ¿Más sabio? ¿Más compasivo? El dolor tiene una forma de moldearnos que la facilidad nunca podría.
Cuando empiezas a ver la vida a través de esta lente centrada en el alma, ocurre algo increíble. Dejas de verte como una víctima del destino y empiezas a comprender el significado más profundo de tu viaje. Cada experiencia importante -ya sea alegre o dolorosa- puede haber sido elegida con intención incluso antes de que llegaras a la Tierra.
Al alma no le interesa la comodidad. Le interesa la evolución.
Espero que esta visión aporte algo de luz a tu propio camino. Si puedes empezar a ver el valor y el crecimiento ocultos en los momentos más difíciles de la vida, puede que también empieces a sentir gratitud por lo que esos momentos han hecho posible. La vida no sucede a nosotros. Sucede para nosotros, y en última instancia, a través de nosotros.
Deja que tu historia sea una historia de coraje, perspectiva y transformación. Hay una especie de perfección silenciosa en todo ello, si estás dispuesto a profundizar.